Dejando las mallas y los antifaces en el cajón
Por Matías D’Angelo
Todos soñamos, alguna vez, con tener superpoderes. Algunos quisieran tener súper-velocidad, otros, volar, y no hay quien no haya soñado alguna vez con leerle la mente a las personas, o adquirir súper-fuerza ante un estallido de furia.
Clásicamente, el concepto del humano con poderes fue representado por superhéroes, especialmente desde que en junio de 1938, la editoril DC Comics, a través del número uno de la revista Action Comics, presentara a quien sería el modelo para los justicieros supernaturales vestidos con mallas: Superman.
Un año después apareció Batman, una contraposición más oscura y sin poderes, seguido por la Mujer Maravilla; y casi veinte años después, Spiderman y los X-men. Todos estos superhéroes han sido protagonistas de películas, series de televisión, de dibujos animados y, por supuesto, historietas.
Hace poco más de diez años, era difícil, para la mayoría de las personas, hablar de superpoderes sin imaginarse a personas vestidas con mallas ajustadas, y con una identidad secreta para protegerse de sus enemigos.
Si bien aparecieron en los 90 algunos superhéroes que rompían con este esquema, es en septiembre de 2006 que surge una apuesta a renovar el género: Héroes.
Superhéroes sin trajes colorinches, que intentan ocultarse pero que no mantienen una identidad secreta de carácter distinto al propio. Héroes más humanos, con problemas y contradicciones a las que se suman sus poderes.
Las habilidades especiales de los personajes no son nuevas ni originales: leer la mente, atravesar las paredes, curación acelerada, vuelo, súper-fuerza. Pero sí hay varios hallazgos, como poderes novedosos o poco difundidos en la ciencia ficción televisiva (por ejemplo, la “comunicación” que mantiene Micah Sanders con la tecnología o la capacidad de repetir cualquier proeza física con verla una sola vez, que tiene su prima Monica Dawson), o los nuevos contextos y personajes en los que las habilidades se presentan.
En Génesis, la primera temporada, una porrista de Texas descubre que tiene la habilidad de curarse con celeridad de cualquier herida. Un policía de Nueva York al que su mujer le es infiel desarrolla la telepatía. Una madre soltera manifiesta doble personalidad y súper fuerza; un convicto puede atravesar las paredes, y un japonés fanático de los comics manipula el espacio-tiempo.
Estos son algunos de los múltiples personajes que entrelazan sus destinos, conectados por viajes en el tiempo y objetivos afines, guiados desde las sombras por una generación anterior de personas dotadas.
Héroes fue creado por Tim Kring, un guionista y productor estadounidense. Fan de los cómics, quiso trasladar su estructura narrativa a la televisión, en un show que estuviera impulsado por los personajes. Lo central en Héroes, según su creador, es el desafío que los superpoderes significarían para una persona normal. “Quiero que héroes se sienta REAL- como si esto pudiera pasarle a cualquiera de nosotros”.
La primera temporada presenta a los personajes y sus diferentes reacciones frente a sus superpoderes. Poco a poco, se van develando misteriosas conexiones entre todos, y el villano se vuelve cada vez más poderoso.
La segunda temporada, Generaciones, profundiza en la Compañía, que controla a las personas con poderes, y su relación con un extraño y peligroso virus. Además, nos presenta algunos de los “héroes” que precedieron a los que conocimos en la primera temporada.
En la tercera temporada (Villanos y Fugitivos), un grupo de villanos escapa de las celdas de la Compañía, y el genetista Mohinder Suresh y los héroes contemplan la posibilidad de dar poderes a las personas normales.
Por momentos, el espectador puede perderse entre las múltiples historias que se entrelazan hacia un final épico, estructura que se repite en todas las temporadas. En la tercera, la novedad es que se separa en dos “volúmenes”, o arcos mayores.
A través de constantes homenajes al cómic americano, y una trama impulsada por los personajes, Héroes se constituye en un drama-superheróico, que atrae tanto a los fanáticos de las historietas como al televidente común.
La historia se complejiza a través de las temporadas, con un villano que absorbe cada vez más poderes y se vuelve cada vez más homicida y maniático, viajes en el tiempo, futuros alternativos, y nuevos personajes con otros poderes que ofrecer.
Para aquellos a los que les cueste retener los detalles de una trama tan compleja semana a semana (recordemos que ya hay dos temporadas a cuestas), es recomendable acercarse al video-club amigo, y alquilar los dvds.
El fenómeno de héroes parece crecer, más allá de los errores de guión que muchos fans ya detectaron; algo tal vez comprensible en una saga a gran escala y con viajes en el tiempo. Hay cómics, episodios creados para la web y novelas que expanden el universo, además de figuras de acción, revistas, juegos para el celular, sitios interactivos, ropa de los personajes, y mucho más.
Con una cuarta temporada recién estrenada en Estados Unidos, titulada “Redención”, y con más episodios para la web en carpeta, parece que Héroes sigue adelante. Sin embargo, el rating ya no acompaña tanto a la gallina de los huevos de oro.
Tal vez, cuando lo extraordinario se explota hasta el cansancio en una trama tan compleja, se pierde su carácter especial, y su cercanía con lo humano.
Los fans claman por un regreso al concepto inicial de la saga (humanos lidiando con sus poderes), y los escritores prometen haber cumplido.
Nos queda esperar a que la cuarta temporada llegue a nuestros países.
Fuentes:
http://www.9thwonders.com/interviews/tim.php
http://www.heroesabc.com/
http://www.imdb.com/
Wikipedia.
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