Historia del Logo
de Starbucks
Al principio
era marrón, con la imagen en el centro de una sirena de dos colas (Melusina). La muy descocada tenía los
pechos al aire.
Cuando
la empresa se fusiona con Il Giornale (una empresa de Café Expreso), el logo
pasa a ser verde. Y en su centro, se puede ver a la sirena de dos colas un poco
más recatada, con el pelo cubriéndole los pechos, y su corona en forma de
estrella. En el logo de hoy hay un plano medio de la sirena, donde no se ve la
base de sus colas.
¿Cuál es el origen de la Sirena? Cuentan que los fundadores (el profesor de inglés Jerry Baldwin, el profesor de historia
Zev Siegel, y el escritor Gordon Bowker) buscaban
algo relacionado al mar para identificar a su empresa. Ya que Seattle, donde abrieron
el primer local, es una ciudad portuaria. Entonces, encontraron una
xilografía (o ilustración hecha con plancha de madera) nórdica del siglo XV, con la sirena de
doble cola.
Otras interpretaciones
En
Internet circula otra versión, en la que el logo de Starbucks es en realidad una
deidad babilónica llamada Ishtar. Es la diosa de la fertilidad, el
renacimiento, del deseo y El café.
En
Sumeria existían los templos consagrados a Ishtar donde se dice que se ejercía
la prostitución sagrada. Pero otros interpretan que en realidad, se ejercía la
sexualidad como un acto sagrado.
En
esos templos muchos hombres y mujeres hallaban la cura a sus enfermedades.
Al
mismo tiempo de ser la diosa de la sexualidad sagrada, Ishtar era una Virgen
eterna que luchaba contra cualquiera que quisiera tomar su virginidad. Por lo
que también era la diosa de la guerra.
Las teorías conspiracioncitas de la web
dicen que muchas empresas y artistas se consagran a esta diosa para su éxito.
Además de Starbucks, una de sus devotas sería Madonna. La corona dorada que usó
en el intermedio del Superbowl estadounidense, entre otras cosas, simbolizaría
a la Ishtar.
Protagonista de una historia de amor:
Ishtar,
diosa del firmamento, había desposado a su hermano Tammuz. Pero Tammuz murió.
Ishtar,
desconsolada, bajó hasta el Inframundo donde reinaba su terrible hermana,
Ereshkingal.
Allí
tuvo que atravesar siete puertas, y en cada una se sacó una prenda, perdiendo
sus poderes.
Finalmente
llegó, indefensa y desnuda, a la morada de su hermana, que la mató sin dudarlo.
Con su
muerte, el mundo se volvió un lugar frío y marchito: Alarmado, el dios supremo
Enki la resucitó, e Ishtar regresó con su amado a la Tierra.
Sin
embargo, Tamuz deberá regresar cada año al inframundo, durante seis meses, en
los que Ishtar lamenta su pérdida y el mundo se apaga. Cuando su amado regresa,
se enciende la primavera.
Esta
era la forma que tenían los antiguos de explicar el paso de las estaciones.
Columna realizada en el programa Cero Concepto el 31 de mayo de 2012.
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