Mi vieja siempre suele cagarme a pedos cuando dejo varios pares de zapatillas al pie de la escalera. Mi cuarto está en el primer piso, que es alfombrado, y por eso hay que descalzarse para subir. Obviamente, lo correcto sería llevar los pares de zapatos que sobran y guardarlos, pero uno a veces es vago y se cuelga, y el pie de la escalera queda hecho un despiole.
Hoy, apurado por salir con mi viejo, fui a ponerme las zapatillas a toda velocidad. Y cuando salí de casa noté algo raro en los pies... me miré, y tenia una zapatilla verde en el pie izquierdo, y una marrón en el pie derecho. :P
Muy divertido. Por suerte, apenas habíamos caminado unos pasos cuando me avivé, y volví a casa para cambiarme una de las zapatillas.
¿Ves, má? Tenías razón. :D
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