miércoles, 30 de julio de 2008

Viste demasiado Buffy cuando...

Encontré, en demasiados blogs de la net como para nombrarlos a todos, un listado súper freak sobre Buffy que me hizo reír mucho. Pero, como eran muchos ítems, desordenados, y no lo quería postear así sin más, le hice algunos cambios, poniéndole niveles de frikismo Buffyesco y subtítulos al nivel más profundo.

Seguro se van a sentir identificados. :D Disfruten!


Viste demasiado Buffy cuando...

Nivel 1: te volvés un fan friki de la serie.

  • Sabes quién es Joss Whedon.
  • Te das cuenta que citas frases de la serie varias veces al día.
  • Piensas que cuando se trata de Buffy nunca es demasiado.
  • Llamas a tu mascota Willow o Xander.
  • Tu cuarto parece un santuario, lleno de merchandising y pósters de Buffy.
  • Tienes tantos libros y cómics de Buffy que si se declarase un incendio en tu casa tu habitación sería la peor parada.
  • Tienes la colección completa de las camisetas de Buffy. Pero no las usas: quieres mantenerlas en perfecto estado.
  • Ya no encuentras merchandaising de Buffy que comprar...
  • Tus amigos saben que si te llaman durante la “hora Buffy” debe ser por razones de vida o muerte.
  • Te horroriza que exista gente que jamás haya oído hablar de Buffy.
  • Cuando ves un episodio de Buffy, la gente te mira raro porque dices las frases de los actores antes que ellos.
  • Prefieres ver Buffy tú solo, porque el resto de la gente “no entiende la serie”.
  • No eres capaz de encontrar nada de qué hablar con alguien que no ha visto nunca un episodio de Buffy.
  • Pasas horas en Internet buscando fotos de Buffy. Y te vuelves loco de alegría cuando logras encontrar fotos que no tenías en tu colección.
  • Decides ir a una fiesta de disfraces vestida de Buffy, pero tus amigos no notan ningún cambio en ti.
  • Grabas cada capítulo de Buffy.
  • Después, los regrabas para que estén en el orden cronológico correcto.
  • Lees un guión de Buffy al menos una vez al día.
  • Escribes relatos de Buffy.
  • Compraste todos los CDs de música que contienen canciones que hayan salido en Buffy. También compraste el CD del capitulo musical, y los CDs que han sacado a la venta los integrantes del reparto, como Anthony Stewart Head, Amber Benson o James Marsters.
  • Conoces las direcciones de unos 1000 sitios de Buffy en Internet. De memoria.

Nivel 2: te volvés un friki peligroso, y empezás a prestarle más atención a la serie que a tu propia vida.

  • Tratas a todos los actores de la serie de tú, y por su nombre de pila… aunque nunca has conocido a ninguno de ellos.
  • Sabes las fechas de nacimiento de todos los actores de la serie, y les envías cada año postales felicitándoles.
  • Pese a que aprecian tu interés y admiración, los actores de Buffy han acabado por tenerte un miedo mortal.
  • A todos los actores de Buffy se les ha enseñado una foto tuya, e indicado que traten de mantenerse lo más alejados de ti que puedan.
  • Necesitaste visitar a tu psicoanalista por el profundo trauma que te causo la muerte de Tara.
  • Tuviste un ataque de nervios cuando supiste que la serie terminaba.
  • No puedes recordar qué era de tu vida antes de Buffy.
  • Le rezas a Joss Whedon.

Nivel 3: perdiste la capacidad de percibir la diferencia entre la serie y la realidad.

Imitas a los personajes de la serie; la línea entre tu "yo" real, y ellos, está difusa:

  • Miras los objetos de madera evaluando si serían una buena estaca.
  • Vas de compras y vuelves con cosas sospechosamente parecidas a las que salen en la serie.
  • De pronto te gusta el tweed (tela escocesa típica para hacer trajes).
  • Empiezas a pasar mucho tiempo en bibliotecas.
  • Tienes un colgante con una cruz, o un anillo Claddaugh.
  • En las matrículas de tu coche pones “Queen C”.
  • Llevas 5 agujeros en cada oreja.
  • Tu muñeca se llama Miss Edith.
  • Castigas a tus muñecas sin postre.
  • Has buscado Moloch en varios buscadores, sólo por curiosidad.
  • Te aterrorizan los mimos y los muñecos.
  • Tu pájaro murió de inanición.
  • Te pintas las uñas como Drusilla: de negro con la punta blanca.
  • Bloody es tu palabra más usada.
  • Todas tus cuentas de Internet tienen como nombre de usuario “Willow”.
  • Le pides a la gente que te llame Buffy, o usas ese nombre como nick de Internet.
  • Como regla general, no te gusta que te sorprendan. Especialmente en tu cumpleaños.
  • Evitas las fraternidades.
  • Cuando un amigo tuyo aparece en tus sueños, al día siguiente corres a buscarlo para preguntarle “qué es lo que sabe”.
  • Te apuntas al instituto Torrance High School (la secundaria donde filmaron la serie).
  • Empiezas a comprobar las estadísticas de crímenes de tu barrio si sabes que han llegado nuevos vecinos.
  • Tienes los archivos de la policía y los juzgados entre tus “favoritos”.
  • Tienes toda tu información importante en disquetes amarillos.
  • Te escapas de tu habitación para irte a un parque en el que has oído que hace poco ha muerto alguien desangrado.
  • Registras las taquillas de tus compañeros para comprobar que no contienen tratados de anatomía forense o libros similares.

Confundes las vivencias y comportamientos de los personajes con los tuyos:

  • "Una cazadora feliz es una buena cazadora” se convierte en tu lema.
  • No quieres salir cuando es de noche… por si acaso.
  • Tienes cruces clavadas en cada puerta y ventana de tu casa.
  • No sales pasada la puesta de sol si no estás armado hasta los dientes con estacas, cruces y agua bendita.
  • Nunca invitas verbalmente a alguien a entrar en tu casa.
  • Nunca invitas a nadie a pasar a tu casa después la puesta de sol.
  • Haces el conjuro para retirar la invitación a la persona que te visita si hace mucho que no lo ves de día.
  • Recitas el hechizo de convertir en rata cuando tu hermano mayor se pone fastidioso.

Reemplazas tu identidad con las de los personajes:

  • Sueñas con vidas pasadas como cazadora.
  • Siempre andas rondando cerca del bibliotecario de tu colegio, por si está tratando de decirte que eres la siguiente cazadora.
  • Cuando te enteras que hay un bibliotecario nuevo en el colegio, entras precipitadamente y gritas: "Bien. ¿Cuál es la situación?".
  • Revisas todos los libros sobre ocultismo de la biblioteca de tu colegio, por si encuentras los diarios del vigilante.
  • Te auto-designas vigilante y buscas alguien a quien entrenar.
  • Llevas siempre al menos una cruz encima, y tienes una gran variedad de ellas.
  • Tallas estacas de madera.
  • Llevas siempre encima una estaca (por si acaso).
  • Duermes con una estaca bajo la almohada.
  • Tienes una estaca favorita… y les has puesto nombre.
  • Abres las puertas de una patada.
  • Tienes un arcón en tu habitación con un falso fondo que contiene ajos, agua bendita, estacas y cruces.
  • Crees que un cementerio es un sitio guay para salir a caminar.
  • Das largos paseos por el cementerio de noche.
  • Te sientas en una tumba a jugar con el yo-yo, mientras dices “Vamos, despierta, levántate… A algunos nos esperan una montaña de deberes de trigonometría en casa.”
  • No te quejas de tener que ir a la Iglesia, porque sabes que tus reservas de agua bendita están un poco escasas. Le pides al sacerdote que te bendiga tu botella de Font-Vella.
  • Miras a las casas abandonadas de otra manera.
  • Buscas puertas secretas o cerradas con candado en los mausoleos.
  • Nunca sales con tu novio en noches de luna llena.
  • Llamas a tu pareja Angel.

Ya estás dentro del Buffyverso:

  • En lo que a ti concierne, Buffy y sus compañeros son personajes reales.
  • Viajas hasta California buscando Sunnydale. Allí llamas a información y preguntas dónde está, y cuando el telefonista te indica que no existe ningún sitio con ese nombre le gritas acusándole de estar compinchado con algún demonio para mantenerte fuera de Sunnydale.
  • Has ido al registro a pedir que cambien tu nombre por Buffy Anne Summers o el de cualquier otro personaje de la serie.
  • Cuando te preguntan qué quieres ser de mayor, respondes “cadáver” o bien “mi destino ya está escrito”.

Reemplazas tus recuerdos con los episodios de las temporadas:

  • Te asustan las aspirantes a animadora.
  • Te llevas un extintor a los entrenamientos de las animadoras.
  • Te aseguras de que tus padres nunca vayan a reuniones de padres o conozcan a tus profesores.
  • Sientes pánico siempre que te ponen a una profesora de biología sustituta.
  • Te mantienes alejado de los profesores sustitutos, por si resultasen ser mantis religiosas.
  • Te niegas a aceptar galletas del nuevo novio de tu madre.
  • Nunca firmas en el anuario de tus compañeros poniendo “Que pases un feliz verano”.
  • Cuando tu hermanito vuelve del zoo, no le dejas entrar en casa.
  • No te gusta usar la palabra “Maestro”.
  • Invocas una maldición gitana sobre el director de tu colegio, por haberte suspendido una asignatura.
  • Vas en silla de ruedas para parecer inofensivo y que tus compañeros no sospechen que les traicionas.
  • No dejas que gente con las uñas largas se acerque mucho a tu cuello.
  • Los hospitales te causan un extraño pavor.
  • Cuando te haces un disfraz de Halloween, te aseguras de que sea algo que te gustaría ser en la vida real.
  • Evitas los saunas: a saber lo que le echan al vapor.
  • No aceptas ningún caramelo si te lo venden los de la banda del instituto.
  • Escuchas la canción “I hope you dance” y piensas en patearle el culo a Faith.
  • Descubres que de pronto te apasiona el minigolf.
  • Deseas explotar tu escuela.
  • Estuviste pensando en convertirte en demonio vengador después de tu última ruptura.
  • Todas las mañanas la primera cosa que haces es preguntarle a tu madre cuantos hermanos tienes… y llevas un diario para no perder la cuenta.
  • Para Halloween te disfrazas de conejo… ¿hay algo más aterrador?
  • Usas un orbe de Tésula como pisapapeles.
  • Les pides a tus amigos que si te mueres dejen tu cajón abierto… o manden un e-mail si planean revivirte.
  • Si alguien dice “tengo una teoría…” te paras a bailar.
  • Crees que te has visto en el final de Buffy. Ya no eres potencial.
  • Cuando te preguntan “¿qué haremos ahora?”, sólo sonríes.

No hay comentarios: